Nuevos retos

Hoy salgo a Los Angeles a enfrentar nuevos retos.
Presento un nuevo cuento

¿ASÍ ES EL DESTINO?

Jorge Tenorio Jiménez

¡Yo no creo en ustedes! ¡Son una farsa! gritó Lucinda con rencor poco antes de tomar asiento en la mesa ¡sólo engañan a la gente!
Sorprendido el quiromántico tomo aire y enfoco su mirada en la delgada joven con pelo grueso, largo y suelto con mirada que intentaba transmitir desprecio para esconder la decepción que sentía en su interior.
-¿Que te pasa? ¿Qué te hicimos? alcanzo a decir mientras la invitaba a sentarse en la mesa del café “El ojo del dragón” afamado por la certeza de sus poderosos iluminados que podían cambiar el destino de sus clientes, eliminar envidias, alejar a los malos espíritus y hasta descubrir el mejor camino a la felicidad y a la riqueza.
Lucinda relató que fue a la merced para “traer el mandado” pero de pronto se topó con un hombre que usaba turbante y una larga capa todo de color rojo oscuro, barba de candado y ojos profundos.
-Tú estas mal, muy mal. No tienes trabajo, tu familia no te quiere, vas mal en la escuela y no tienes novio sentencio el encantador quién le recomendó una serie de limpias para cambiar su vida.
-Cada sesión costará 200 pesos. Cada limpia será por dentro y por fuera ¿comprendes? por dentro y por fuera, es decir sin ropa. Es lo mejor para ti.
Incrédula por su buena suerte Lucinda aceptó y se comprometió a recibir el tratamiento semanal que le cambiaría la vida. Todos los martes acudió ilusionada con sus 200 pesos. Con temple permitió que ese hombre no sólo pasara las ramas de hierbabuena por su cuerpo. Todo era por su bien, para tener un mejor destino.
Nada cambio. Su vida era igual todos los días continuaba sola, sin trabajo y los mismos problemas con la familia.
Con tristeza el quiromántico se percato que Lucinda no estaba molesta por haber sido utilizada ni que ese hombre haya abusado de su ignorancia y candidez. No, estaba indignada porque el hombre del turbante no cumplió.
¿Cómo decirle la verdad a Lucinda sin lastimarla? que cada persona forja su propio camino que el ocultismo, el esoterismo y otros misterios sirven para justificar “la mala suerte” de las personas.
¿Cómo decirle? que el fetichismo, el paganismo y la superstición se multiplica al ritmo de la pobreza de los pueblos, que incluso el desempleo eleva la venta de billetes de lotería.
La gente no acepta la verdad. No puedes decirle a una clienta que las malas calificaciones son por no estudiar o que el novio llegará hasta que se arregle y tenga confianza en si misma, que busca trabajo rogando a Dios no encontrarlo. Es mejor “revelar” que los brujos con sus hechizos evitan que la gente alcance la felicidad.
El quiromántico “leyó” la palma de la mano de Lucinda; observo que sus líneas eran débiles, tenues, sin carácter. Dijo que no todos los adivinos son iguales, que hay charlatanes que desprestigian el oficio y que le entregaría un amuleto muy poderoso.
Colocó un poco de ámbar, incienso y sándalo en una pequeña bolsita de color rojo. Cuando quieras encontrar trabajo oprime con fuerza el amuleto, concéntrate y repite frente a un espejo “voy a encontrar empleo” “voy a encontrar empleo” y lo vas a lograr. Cuando veas a un muchacho que te gusta repetirás “ese muchacho me va a buscar” “ese muchacho me va a buscar” y pronto será tu novio. Así de simple, no es cosa de otro mundo.
Para obtener buenas calificaciones el secreto es el siguiente: Coloca el amuleto en la mano derecha mientras repasas tus lecciones y mágicamente responderás bien los exámenes.
-El amuleto es sólo para ti, tiene elementos misteriosos que se equilibran con tu signo del zodiaco y con la hora que naciste. Cuesta 200 pesos a nadie más le sirve. Lucinda pagó con esperanza renovada.
Años después el quiromántico vio de lejos a su clienta, casi no la reconoció pero con comprobó que “su suerte había cambiado”.

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